sábado, 19 de julio de 2008

EL POEMA DE LA NOCHE CALLADA...

Oh mi amor, como sueño en la noche tu sombra adorada!
Oh mi amor, como turba mi sueño la noche callada!

Por doquiera te busco, poseso del ansia de verte…
Soy un alma de luz y de sombra que quiere absorberte!

No me embriaga el perfume del lirio si tú estás lejana…
No me trae esperanzas de dicha la nueva mañana.

Te presiento en mi entorno buscando mi beso profundo,
y mis ansias sin nombre concretan las ansias del mundo!

Oh mi amor! Te me alejas llorando, y el llanto me quema
y mi alma aturdida no sabe rezarte un poema.

Oh mi dulce locura! Te sueño risueña a mi lado,
y el futuro me anuncian las horas del tiempo pasado.

Pienso en ti como el mar que sumiso se expande en la arena
y al instante, cuán amplia y profunda se torna mi pena!

Adorada: te busco poseso del ansia de verte
Soy un alma de luz y de sombra que quiere absorberte!

Oh mi amor, como sueño en la noche tu sombra adorada!
Oh mi amor, como turba mi sueño la noche callada!

Agustín Acosta Bello – Poeta Nacional de Cuba

(De su libro de poemas de amor: "Lejanía©"
dedicado a su amor eterno Consuelo Díaz Carrasco de Acosta)

3 comentarios:

Carlos Alberto dijo...

Este poema, Sarita, es tan profundo, tan perfecto, tan hermoso, y está (en cada una de sus pecas, en cada uno de sus poros, en cada una de sus cumbres) tan lleno de amor, de sueños, de deseos, de noches, de ansias, de tristezas, de nostalgias, que me siento incapaz de agregar algo a lo dicho por Agustín Acosta.

Tratar de agregar algo sería (en palabras de William Shakespeare) como dorar al oro, pintar al lirio, perfumar a la violeta.

¡Que sigas bien!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Que bello poema, me encanto el final, como el más profundo silencio, puede turbar, nuestras noches solitarias de amor.
Saludos

Eugenio dijo...

La noche...

La distancia se hace más soportable cuando se reconoce su manto nocturno que se anida en nuestros ojos, y se alcanza el destino en el lapso de un suspiro...

Bello poema de nostalgia, de bellos atardeceres en ese pedazo de paraiso.

Saludos